Relato - Una Lección de Gratitud


Relato - Una Lección de Gratitud

Cuentan hace mucho, mucho tiempo que todas nuestras almas se encontraban gozando del juego, la calma , riendo y correteando de aquí para allá… Estaban muy, muy felices. Pero una de ellas reparó en algo…. Se dio cuenta que era muy afortunada de verse en esa fabulosa situación de poder estar disfrutando de todo ello y sin saber cómo , sentía una maravillosa gratitud de que así fuera.

Se acercó a sus compañeras y les dijo…¿oye?… ¿vosotras os sentís tan agradecidas como yo?… El resto le miraron con sorpresa y le dijeron… que aquella palabra les resultaba familiar… pero que a qué venía eso ahora… que se dejara de tanto pensar y que fuera a jugar con ellas.

De repente… calló en la cuenta… estaban tan tranquilas, tan felices, que de alguna manera se les estaba olvidando la suerte que tenían de estar donde estaban… Y esto no podía ser… si olvidaban lo más bonito y preciado que eran… de alguna manera aquello perdería su importancia y todo dejaría de ser eterno e infinito pues aparecerían las dudas, los miedos, las carencias… Así que recordó también , el gran poder que poseía … cada alma puede hacer todo lo que quiera si de un acto de amor se trata y así fue como tomó la decisión de que jugarían a un juego muy terrenal.

Se le ocurrió que en secreto mandaría a cada una de estas almas de nuevo a la Tierra… para que a,sí volvieran a aprender aquello que comenzaban a olvidar… ninguna de ellas sería consciente de todo lo que ya sabían, hasta que comprendieran cual era su aprendizaje.

Y así fue como hizo que cada una de ellas volvieran al momento más hermoso y el mayor acto de gratitud que tienen los seres en la tierra….

De repente cada una de ellas se encontraba en una bolsa de agua calentita…flotando… sintiendo que no sólo no les faltaba de nada sino que además alguien les dedicaba todo su atención y cuidados para que estuviesen lo mejor allí y encima les cantaban y decían cosas maravillosas como que estaban deseando poder verlos y abrazarlos…

Y llegó ese día en el que tanto amor y mimos recibían que fueron dándose cuenta que lo que más querían y deseaban era salir de allí para conocer a esos maravillosos seres…

Y en ese instante se produjo ese misterioso y maravilloso momento…. Fue doloroso… muy dolorosa para ti, y doloroso para mí…. Pero era tanta las ganas que teníamos de sentirnos que no hubo dolor que lo detuviera… los dos sabíamos que eso acabaría y sentíamos que había algo más increible que haría que no tuviera tanta importancia ese episodio de dolor. Ahí empezaba nuestra primera lección… el primer aprendizaje nos lo estaba dando el ser que me estaba dando la oportunidad de disfrutar esto que los terráqueos llaman vida…. Y para poder disfrutar de algo tan valioso, tendríamos que saber que dolería…

Allí estábamos, frente a frente… yo tan pequeño, tu tan grande y amorosa… sentía frío y un poco de miedo… pero se fue al instante cuando ví tu carita, tus ojitos al mirarme como si fuera el tesoro más valioso del mundo… y como, a pesar de tu cansancio, sólo me lamías o frotabas para limpiarme y darme calor y me acurrucabas y cantabas entre tus brazos… En ese mismo instante aprendí eso que había olvidado:

Gracias mamá…. Gracias por hacer que pueda valorar lo más bonito que es la vida, gracias por enseñarme que hay algo por encima de todas las cosas… que es el amor…el amor incondicional , el amor sin miedo. Hay almas que tuvieron la suerte de comprenderlo y no volver a olvidarlo…. Hay otras que necesitaron nacer una y otra vez y vivir un millón de experiencias hasta que llegaron a comprender:

“Que no hay acto de amor más bonito que el decidir entregar todo tu ser para que alguien más pueda aprender lo que es el amor y la gratitud y la libertad de poder aportar eso nuevamente a la vida”

Pero esas, esas ya son otras historias….

A todas las mamás que nos dieron el regalo de la vida… Gracias…. A todas esas mujeres que no pueden ser mamás y siguen anhelando, recordarles que quizá esa lección ya la tienen aprendida y están teniendo que aprender otra igualmente valiosa… a todas esas mujeres que deciden no ser mamás tan sólo recordarles que no olviden agradecer que todas ellas pueden elegir porque alguien alguna vez decidió premiarles con el don de la vida. Y a ti Mamá… a ti decirte que eres lo más bonito y valioso del mundo y que para mí… mi mayor regalo eres tú! Así que mi único regalo para tu día es que me hayas regalado el valor de la palabra “GRACIAS”.

¿Te ha gustado? Puedes descargarlo en pdf en el siguiente enlace: Una lección de Gratitud.pdf.

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